Allá en las alturas y en lugares que pocos conocen, en el corazón de los valles calchaquíes, entre el cielo, las montañas y el intenso sol, brillan a lo lejos los calefones solares, los mismos que se exibieron en tecnópolis. Las familias rurales pueden hoy por una iniciativa conjunta del INENCO, del INTA Seclantás y el premio galardón de las Madres de Plaza de Mayo, contar con ese vital recurso, ya que en esas zonas de intenso frío en las noches y de todo el invierno no es un elemento de lujo sino algo de extrema necesidad. Disminuirán seguramente los resfríos, los rostros rasgados y quemados por el frío y el impacto de las artritis y los niños se podrán bañar un poco más contentos para ir a la escuela.